El caso Asunta ha acaparado a las audiencias en Netflix desde su estreno con una historia llena de intriga basada en un crimen real que conmocionó a España en 2013: el asesinato de Asunta Basterra.
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De hecho, el proyecto encabezado por Candela Peña y Tristán Ulloa lleva dos semanas consecutivas ocupando el primer lugar en el top 10 de las series de habla no inglesa más vistas en la plataforma.
La serie española sigue la cronología del caso desde que los padres de la niña de 12 años, Alfonso Basterra y Rosario Porto, denunciaron su desaparición hasta que fueron condenados por su muerte.
Aunque el proyecto se basa en hechos reales, la producción de Ramón Campos recurrió a elementos creativos para resguardar identidades y ajustarse al ritmo narrativo de un thriller dramático.
5 grandes diferencias entre El caso Asunta y la vida real
A causa de esto, hubo varios hechos en la trama que no tienen equivalente en la realidad y viceversa. Por eso, a continuación, te contamos 5 diferencias entre la serie y la realidad, según El Confidencial.
El amante de Rosario no hizo apariciones públicas
Manuel, el amante de Rosario Porto, no hizo ninguna aparición pública durante el caso. En medio del juicio, fue llamado a testificar, pero los abogados defensores se opusieron a su declaración.
A pesar de eso, aparece recreado en El caso Asunta bajo el nombre de Vicente. En la ficción, es caracterizado como un hombre casado, padre de un bebé de meses y mucho más joven que Porto.
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El juez Malvar y otros personajes no existen
La serie de Netflix cambió los nombres de los miembros del equipo policial y judicial encargado de la investigación. Por eso, quien quiera saber sobre el juez Malvar no encontrará nada.
Y es que, en el caso de este personaje en concreto, se trata de una aparente versión ficcionalizada del verdadero juez instructor del caso Asunta Basterra, José Antonio Vázquez Taín.
Los agentes en el caso fueron más de dos
En la vida real, el asesinato de Asunta Basterra fue investigado por un extenso grupo de guardias civiles. No obstante, en la serie de Netflix, solo se presentan dos: Cristina Cruces y Javier Ríos.
De acuerdo al medio previamente citado, el creador Ramón Campos decidió hacerlo de esta manera para evitar que el punto de vista policial en la serie resultara confuso para los espectadores.
Cabe destacar que las vidas de Cruces y Ríos son una creación enteramente ficticia para aportar otro elemento humano. La dupla se inspiró en los guardias civiles Begoña Rodríguez y Marcos Martínez.
Muchos datos importantes se pasan por alto
Las personas que siguieron de cerca el desarrollo del caso Asunta en 2013 se dieron cuenta de que hubo muchos elementos importantes de la investigación real que no aparecieron en la miniserie.
Y es que, al ser una ficción de seis episodios, la trama tuvo que centrarse en los hechos más relevante del caso, por lo que hubo detalles en las declaraciones y testimonios que se dejaron fuera.
El caso Asunta fue un caso cerrado en la vida real
Al final de la serie, la trama presenta varios escenarios que la Justicia desestimó. La elección narrativa permite vislumbrar mejor lo que le pudo suceder a Asunta el 21 de septiembre de 2013.
En la vida real, el caso fue cerrado y veredicto del jurado que halló a Rosario Porto y Alfonso Basterra culpables de asesinar a Asunta Basterra fue firme, aunque muchas incógnitas siguen sin resolver.
